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Por la boca muere… ¿el pez?

Estamos muy orgullosos del pescado que elegimos para nuestro catering. Vanesa y Ricardo están limpiando estas merluzas frescas que hemos comprado en la lonja de Santander para preparar el lomo de pescado con salsa de pimientos del piquillo que serviremos hoy en el catering. Nosotros preferimos el pescado fresco y entero, aunque conlleve un esfuerzo mucho mayor en abastecimiento y limpieza que el congelado y fileteado. No es lo mismo madrugar para ver y elegir en la lonja la merluza fresca, que pedir 100 kilos de filetes de pescado congelado a un proveedor.

Pudimos ver con estupor el reportaje que realizó la Cuatro sobre el panga, el pescado más consumido en España. Mientras en en el resto de Europa ha disminuido su consumo, en nuestro país no deja de crecer. El bajo precio es uno de los reclamos para servirlo en menús escolares, pero -según esta investigación- también lo comemos camuflado y servido en restaurantes y catering como merluza o bacalao. El secreto de su bajo precio quedó claro en el reportaje: se cría en piscifactorías caseras del río Mekong, uno de los más contaminados del mundo -con arsénico y otros elementos altamente tóxicos-, se alimentan con piensos que no pasan controles y viven hacinados en espacios mínimos.

Al más que probable coste que el panga tiene para nuestra salud, hay que sumar el daño medioambiental: estamos comiendo pescado que tiene que recorrer más de 10.000 km desde origen hasta el consumidor. Seamos inteligentes y exigentes con lo que elegimos para comer, tenemos información suficiente para hacerlo.

 

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